martes, 5 de julio de 2011

La visión del rostro de Eros: la pérdida de la unidad


Guseppe Maria Crespi 

Psique,admira, mira y reconoce a Eros, como ser diferente a ella. Duda del  amor que sentía, ¿es propio o es por que se trata de Eros? - lo propio es consecuencia de esta di-visión-. Psique se empieza a diferenciar y atribuye la felicidad, en la que antes fluía, a ese rostro, a esas divinas alas. La Dualidad se vislumbra, y con ella la pérdida del paraíso...Psique esta preparada para el camino iniciático, que le conducirá a una autonomía, que posibilitará su integración espiritual. 



La perdida de la vision unitaria, de la mirada holistica es la di-visión, la dualidad 
                               
Rubens, Peter Paul

"En el mito formado, la conciencia revela el alma y, al mismo tiempo, un ámbito invisible y ampliado de la naturaleza, el cosmo... 
...La iluminación de la vida a través de la interpretación del mito esta emparentada con la interpretación exitosa del sueño...Pero para nosotros el acento ya no recae en la palabra "vida", sino en la palabra "iluminación"; dicha iluminación constituye el elemento esencial del proceso mítico...casi todo mito contiene el elemento de concienciación, en tanto que refleja el proceso de concienciación del alma" Jean Gebser (1949-53) Origen y Presente Ediciones Atalanta (2011)


                                         Jacopo Zucchi


                                               Middleton Jameson
"Lo visto en el interior y al mismo tiempo soñado encuentra su correspondencia y concienciación polar en la expresión configurada poeticamente. Así la palabra es siempre espejo del silencio; y el mito espejo del alma" Jean Gebser (1949-53) Origen y Presente Ediciones Atalanta (2011)

                                            Reinhold Begas


lunes, 4 de julio de 2011

Las hermanas de Psique: Dualidad y duda

  El proceso de individuación de psique, la aparición del espacio entre ella y lo demás,   conlleva la sensación de distancia, de separación y con ello,  una añoranza de lo que se cree perdido, una nostalgia del pasado, de presencia de sus dos hermanas -dos como la dualidad que irrumpe en la realidad de psique-. Gracias a sus sentidos, a la percepción, Psique está adquiriendo una identidad, un yo, diferenciado y lo que antes era un todo, adquiere forma, volumen, prespectiva y aparece, enfrente, lo otro: los demás y los objetos.

Psyche y sus dos hermanas Alexander Evariste Fragonard. (1780.1850) )

Las hermanas de Psique envidian a Psique. El verbo envidiar viene del latín "invidere"  mirar a, mirar enfrente...Al ir apareciendo la individualidad  nos diferenciamos del de enfrente, y es precisamente con los hermanos, nuestros coetáneos, con los que nos enfrentamos en nuestro proceso evolutivo. 

Es significativo que la palabra admiración, signifique etimologicamente lo mismo. 


Psique, aun indiferenciada, admirada cual estatua. Kinuko Y. Craft (1996)


Al aparecer la envidia, las dos hermanas símbolo de la dualidad, propia del dualismo, siembran la duda...y es esta duda la responsable de que Psique quiera mirar a Eros, y así comience su camino iniciático...un camino que la diferenciará cada vez mas, hasta que logre la plena integración como ser.

Psique muestra a sus hermanas los objetos (*) recibidos de Cupido
         (1753) Jean Honoré Fragonard (Grasse, 1732- París, 1806 ) 

(*) "Como sustantivo “objeto” deriva  del participio del verbo latino  objicere  que significa “echar hacia delante”, “ofrecerse”, “presentarse a los sentidos”, “exponerse a algo”, “inspirar”, “exponer”, “causar" o “ponerse en contra”. La preposición  ob tiene aquí el sentido de “opuesto a” o “delante de”, sugiriendo contrariedad, oposición o confrontación, matices que son afines a la voz obiectus-a-um que deriva de objicere)
 Daniel Mielgo Bregazzi Tesis doctoral: Lenguaje y objeto







domingo, 3 de julio de 2011

Oda a Psique- John Keats

                                                  Cupid and Psyche (1819) Rudolph Tegner

Oda a Psique
John Keats
¡Oh diosa! Escucha estos versos silentes arrancados
por la dulce coacción y la memoria amada,
y perdona que cante tus secretos
incluso en tus suaves oídos aconchados.
¿Soñé hoy acaso, o es que he visto
a Psique alada con ojos despiertos?
Vagaba descuidado por un bosque sin razón ni cuidado,
y observé de repente, lleno de sorpresa
dos hermosas criaturas que juntas yacían,
sobre la hierba crecida bajo un techo de hojas
que susurran y flores temblorosas y fluía
un arroyuelo perceptible apenas.

Entre flores tranquilas, de raíces frescas y aromáticos
capullos, azules plateadas con yemas de púrpura,
yacen sosegados en el lecho de hierba;
juntos, abrazadas sus alas,
sus labios no se rozan, mas no se despiden,
separados por las suaves manos del letargo,
y dispuestos a exceder los besos ya entregados
al abrir sus tiernos ojos como auroras de amor:
al muchacho alado conocía,
pero ¿ quién eres tú, feliz paloma?
¡Eras tú, su fiel Psique!
¡Tú, la última nacida, y visión más hermosa
de aquella apagada jerarquía del Olimpo!
Más clara que la estrella de Febe en su espacio
de zafiros, que Véspero, amorosa luciérnaga
del cielo, más hermosa, aunque templo no tengas
ni altar de flores colmado
ni un coro de vírgenes con cantos deliciosos
en las hojas de la noche,
ni voz, ni laúd, ni flauta, ni incienso dulce
ni santuario, ni bosque, ni oráculo, ni ardor
de profeta de labios macilentos que sueña.

¡Oh tú, la más brillante! Ya es tarde para votos antiguos,
muy tarde para liras devotas y entusiastas,
cuando sagrados eran los bosques encantados
y sagrados el aire, el agua y el fuego;
incluso en estos días, tan alejados
de ofrendas jubilosas, tus alas refulgentes,
batiendo entre los pálidos seres del Olimpo,
veo, y canto inspirado tan sólo por mis ojos.
Déjame ser, entonces, el coro que te cante
en las horas de la noche,
tu voz, tu laúd, tu flauta, tu incienso dulce
que exhala el incensario que ligero oscila,
tu santuario, tu bosque, tu oráculo, tu ardor
de profeta de labios macilentos que sueña.
Yo seré tu sacerdote y edificaré un templo
En alguna región oculta de mi mente,
En la que rámeas ideas, nacidas con dolor
Gozoso, murmuren al viento en vez de los pinos:
y lejos esos árboles oscuramente unidos
cubrirán cada ladera de las montañas de cimas
agrestes, y los céfiros, los ríos, aves y abejas
arrullarán a las dríadas sobre el musgo;
y en medio de esta vasta quietud
adornaré un santuario con rosas
con el rico emparrado de mi laboriosa mente,
con brotes, campanillas, y con estrellas sin nombre,
con todo aquello que Fantasía pudo jamás crear,
jardinera que cría flores que nunca crecen iguales,
y para ti habrá las más suaves delicias
que consiguen los pensamientos vagos,
una antorcha brillante y una ventana en la noche
para que el cálido Amor penetre.